viernes, 25 de julio de 2008

Comentarios por una carta abierta al Vicepresidente Cobos a raíz de su votación en el tratamiento de la 125


Un amigo que me prohibió publicar la carta que publico al final de mis reflexiones es el disparador de esta.
Todo empezó con una carta abierta que publicamos firmada por Raúl Alberto Schnabel


Por Juan Carlos Sánchez


Estoy irritado y es malo escribir en este estado. Un campesino intelectual miembro anónimo de este país federal que le torció el brazo a la soberbia kirchnerista me destempla el ánimo con un sano y pertinente reproche. Es cierto, haber publicado la nota de Raúl Alberto Schnabel es coherente con el estilo editorial de PyD (que nació hace seis años gracias a la ayuda desinteresada del amigo anónimo) de hacerlo con cualquiera que escriba con honestidad aunque colisione con la línea editorial del medio.
Siempre pensé que soy dueño del medio de prensa pero no de la verdad y tampoco del derecho de censura. Por eso coexisten en este diario digital hombres y mujeres que piensan muy distinto, porque creo firmemente que la diversidad en orden a la unidad enriquece y madura las gentes y los pueblos. También debo aclarar que no leo todo lo que se publica y esto no es un descargo sino el reconocimiento de una irresponsabilidad pero el tiempo exige y exime. Vamos al tema de la carta abierta que desde PyD Schnabel le dirige a Julio Cleto Cobos.

La elección que debió hacer el Vicepresidente no “fue una sencilla elección sin asimetrías de valor” como dice Schnabel en su carta, fue la definición de un estilo de gobierno, de una conducta política y de un compromiso moral con su pueblo. Así lo reconoce Schnabel contradiciéndose a sí mismo en el tramo siguiente de su carta abierta: “...sabíamos que en su voto subyacía una opción profundamente ética, profundamente moral que tiene que ver con la vida digna de miles de argentinos...”
Y acierta, la dignidad de los argentinos estaba y esta en juego, es la de los que no trabajan, los que comen a medias, los que no reciben educación apropiada ni su salud es atendida correctamente. ¿Sabrá el amigo Schnabel que en apenas seis meses de gobierno de Cristina casi medio millón de argentinos se agregaron a la estadística de la pobreza? ¿Es culpa de los campesinos, de las retenciones, de la casita del molusco bivalvo de la lora? No, Schnabel sabe que es responsabilidad pura del un gobierno con anastomosis rectoanocefálica que piensa en KK. Que es indefendible y un solo dato consolida el aserto: En los hospitales abundan los preservativos y las píldoras abortivas del día después pero faltan medicamentos básicos. Se lucha por legalizar el aborto con cargo al presupuesto de todos los argentinos para matar argentinos mientras hay hospitales sin médicos ni insumos para curar argentinos (¿Recuerdan el testimonio televisivo de hace pocos días de La Matanza?). Por esto entre tantas cosas es indefendible este gobierno, porque es indiferente ante la muerte de argentinos indefensos y si no le importa la vida de los más débiles, ¿por qué habría de interesarse en la forma en que la viven, en la dignidad de los pobres con los que se llena la boca de pavadas la PresidentA? Una señora llena de sofismas, perfumes caros y sonrisas bobas que acompañan gestos amenazadores y que jamás pisó una villa ni se embarró los zapatitos.

Schnabel nos habla de los famosos 30.000 desaparecidos. Con uno alcanza y sobra pero no mientan más. No fueron “30.000 compatriotas que dieron su vida para que hoy no debamos temer a cada paso por nuestro destino individual y colectivo” como sostiene Schabel siguiendo el discurso oficial, fueron muchos menos aunque repito, con uno era demasiado. Fueron los Rucci, los Larrabure, los Ibarzabal, demasiados, es cierto. Son los que aún no están muertos y sí presos infamantemente. Hoy escuchaba las palabras finales de Luciano Benjamín Menéndez en la parodia oficial y hacía memoria y... ¡Era verdad lo que decía!
Porque por esos años de plomo yo, que era militante del peronismo de Perón y del movimiento obrero organizado no sabía si regresaba a mi hogar cuando salía porque había asesinos encapuchados y anónimos compartiendo calles, cafés y supermercados con la gente sencilla dispuestos a estallar una bomba y huir o disparar unos tiros y esconderse. Había tipos de mierda que me hacían “temer a cada paso por nuestro destino individual o colectivo” y que intentaban una Nación de esclavos.

Estoy de acuerdo con que quienes más tienen ayuden a los demás, así debe funcionar una sociedad solidaria y ética. Entonces y para que haya más para distribuir hay que ayudar a quienes producen para que produzcan más, para que se enriquezcan lo más posible y de esa riqueza compartir. Hay que igualar empujando hacia arriba, no hacia abajo. Ese es el capitalismo moderno y también el socialismo moderno, miren los países de gobiernos socialistas europeos y no tanto a los bananeros caribeños poblados de indigentes. Hay que entusiasmar a los que trabajan y que se los vea felices para que los que no gustan del trabajo tengan un buen ejemplo. No es distribución justa de la riqueza fabricar pobres para luego clientelizarlos y finalmente matarlos antes de que nazcan para mejorar las estadísticas. No se cuida la mesa de los argentinos desde los caprichitos histéricos de un favorito de la Fortuna, la más esquiva diosa romana, que no logró ninguna de las grandes metas de un gobernante en serio a saber: La paz y la justicia social en cuatro años y medio de titularidad del Poder ejecutivo y medio año más de su usurpación vía genital.

Por todo esto es que también coincido con Schnabel en que “...sobre el final de las larguísimas jornadas parlamentarias todos sabíamos que no se debatía una medida económica sino el poder mismo...” Porque ya no estaba en juego la mayor o menor ganancia de los productores agropecuarios ni su quiebra, era el pueblo que luchaba por un nuevo modelo de Nación más justa, más libre, más soberana, reconciliada y pacificada. Y todo sigue igual, nada ha cambiado, los días que vienen lo mostrarán, cuando el pueblo se cansa hace tronar el escarmiento. Y lo hace a cara lavada, no pintada, se equivoca Schnabel cuando coloca a Cobos junto a los carapintadas o a los procesistas o a los genocidas, el Vicepresidente fue “la voz de los sin voz” y por cierto que no se pareció en nada al pobre y equivocado Salvador Allende. Lo hubiera emulado si votando afirmativamente hubiese empujado más aún -acompañando al PresidentE y a la PresidentA- al odio y a la crisis. Pero Cobos votó con el corazón, el suyo y el del pueblo, ese de Rosario, de Palermo, de las rutas y los pueblos del interior que están hartos de Kirchner y su cambio que recién empieza o de su país en serio. Cobos imitó a San Martín despreciando la tranquilidad que da la cercanía del poder y los beneficios que de él resultan, prefirió el posible exilio político porque leyó en el corazón del pueblo. Así de simple. Nuevamente se equivoca Schnabel en sus comparaciones.

Desde el desenlace de la crisis gubernamental esa larga noche del Senado y la TV deseaba expresar con soltura lo que sentí y lo que siento y si no lo hice -sólo escribí algunas pocas notas de enfoques parciales- fue para no dejar que fluyan los sentimientos que subjetivizarían mi opinión profesional de periodista de opinión. Pero, ¿cómo no ser subjetivo siendo humano? Tampoco quería caer en el oportunismo del elogio de Cobos, deseaba y así ocurrió, que otras plumas desde PyD u otros medios lo hicieran o no. Recién hoy, al leer la carta abierta de Schnabel merced a la otra de carácter privado que abajo se transcribe sin firma por respeto a su autor -y respeto visceral, no formal- resuelvo hacerlo y sacarlo todo afuera (con los límites de una nota periodística).

Estimado Schnabel, que fue publicado en uno de mis diarios digitales: Si recibiera nuevamente su nota la leería y la publicaría, usted tiene derecho según la cosmovisión de este periodista y editor a ser escuchado, a expresarse libremente aunque creo que ud. piensa que soy un fachofalangenaziperonista incapaz de entenderlo y se equivoca, lo entiendo y por eso, con mucho respeto, lo compadezco pero sobre todo a sus hijos adolescentes que crecen creyendo en las mentiras insertas en la historia sesgada que nos imponen desde la soberbia y la malignidad.
Estoy seguro que si Kirchner (los dos, cualquiera de los dos) fueran gobernantes humildes, dignos y capaces hasta la 125 hubiera sido aceptada pero imposible hacerlo cuando se sabe que el desmanejo y la corrupción es tal que nada de lo que se prometió sobre salud y bienestar de los argentinos habría de cumplirse, cuando los resultados que están a la vista muestran que desde que comenzó el gobierno de Cristina hasta la fecha 420.000 argentinos traspasaron hacia abajo la línea de la pobreza. ¿Sabe qué? Son unos caraduras. ¿Escuchó al PresidentE en su discurso en el Congreso el día que el país federal lo derrumbó desde el Monumento de los Españoles? Histérico, agresivo, totalmente descontrolado, insultante. ¿Merece ser seguido? ¿Merece conducir algo más que una patota de barrio o una barra brava?

Lo invito Schnabel y a mis lectores a meditar la carta que sigue. Quien la escribió es un hombre de pueblo que triunfó estudiando y trabajando muchas horas al día, un sencillo profesional del interior que se sintió herido como tantos millones de compatriotas que aplauden aún a Cobos y esperan.

* * *

La carta que no debió publicarse (con reserva de autor).

Hola Juan Carlos,

La verdad, siento una sensación rara...

Por un lado, vos que se tenés el enorme placer de darle espacio a todos los que piensan distinto (no importa de quien, alcanza con que sea honesto)...

Por otro lado, este Señor Raúl Alberto Schnabel, que la verdad no lo conozco, pero tuvo el honor de que lo publiques...

Yo creo Juan Carlos, que para escribirle una carta abierta a alguien mínimamente hay que tener conocimiento de lo que se escribe. Y a veces no alcanza con tenerlo para uno, hay que demostrarlo. Cada una de las líneas que detalla son increíbles...

Este Sr. Schnabel lamentablemente no escucho el mensaje del Vicepresidente, solo se asusto con el NO, como la mitad del país (porque la votación fue 50% a 50% ¿o no?) y nunca escucharon (por que no lo saben hacer y lo demostraron durante mas de 100 dias) lo que se dijo: "nos llamaron para que solucionemos este problema y estamos empatados... porque no se vuelven a reunir y buscan una solución..." eso fue lo que dijo Cobos, no busquen otro significado... solo eso, busquen una solución.

Yo creo que lamentablemente como siempre en este país se opina mas de lo que se trabaja. Si la gente estuviese ocupada como estamos todos los de por acá (y vos Juan Carlos nos conoces) no escribirían todas las "boludeces" (y permitime el termino, porque es totalmente "honesto") y no dirían todo lo que dicen.

Juan Carlos, escribile una nota diciéndoles que en lugar de seguir buscando la quinta pata al gato laburan un rato y se ponen de acuerdo en repartir la renta en forma honesta, gas al mismo precio para capital que para el interior, subsidios al transporte de la misma magnitud, caminos donde hace 30 años los prometen y no los hacen, agua potable para todos y no solamente para Bs As pagada con créditos que pagamos todos mientras en el interior ni agua tenemos y si tenemos la pagamos nosotros, etc., etc.

En este mismo sitio, publicaste una nota en el año 2003 sobre la dependencia de K respecto de la soja... [1] por lo tanto no veo cual es el descubrimiento con este conflicto... Juan Carlos, yo te aprecio, pero la nota la publicaste vos... ¿El resto de los "analistas informados de todo", no lo sabían...?

Por favor, pedile a todos estos que "usan" tu espacio que antes se informen y no escriban pavadas.

A ver si nos visitas un día de estos. No tenés permiso para publicar esta carta pero sí de citar partes si te sirven.

Un abrazo.

Saludos a la flia.

Un NN muy conocido
Que no osará demandarme por esta publicación sin permiso.
Es un amigo.

[1] Se refiere a una conversación que tuvimos en un bar de Rosario con “Nito” Vanrell, ex Vicegobernador santafesino.

Asunto: Carta al Vicepresidente
Por Raúl Alberto Schnabel
Link de la nota http://www.politicaydesarrollo.com.ar/nota_completa.php?id=4863

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